La marca personal y el pensamiento positivo

Me entero por El País de que se publica en castellano el libro de la ensayista y activista Barbara Ehrenreich Bright-sided: How the Relentless Promotion of Positive Thinking Has Undermined America(2009). Curiosamente la obra cambia de título en cada edición. En el Reino Unido se la rebautizó como Smile or Die: How Positive Thinking Fooled America and The World (2009). De este título, más comercial, deriva Sonríe o muere: la trampa del pensamiento positivo.

En esta obra, la autora analiza los orígenes de la doctrina del pensamiento positivo en Estados Unidos y desmenuza la industria que hoy explota esta corriente: investiga cómo la psicología positiva se ha adentrado en los círculos académicos, cómo funciona el negocio de los telepredicadores y arremete contra el sector del coaching, que presenta en sus manifestaciones más infantiloides.

La autora es valiente. No duda en expresar su posición ni deja títere con cabeza. Partiendo de su experiencia como paciente de cáncer, la obra se inicia con la historia estremecedora de cómo un grupo de autoayuda invitaba a las enfermas que experimentaban una recaída a abandonarlo, ya que la recaída era señal de que no habían adoptado una actitud suficientemente positiva y, por tanto, lejos de sanar, empeoraban. El libro es un ensayo: el punto de vista es personal y busca provocar el debate. Ehrenreich a veces tiene un punto «Michael Moore»: argumentos brillantes para los que se buscan las pruebas apropiadas.

La crítica que se puede formular a Ehrenreich es que arroja en un mismo saco a El secreto y a Tom Peters (pos 1853-65). Para mí, se trata de dos opciones distintas. El primer caso opera como un mantra: pide y se te dará. Basta con creer. Peters, por otro lado, ya en 1999 detecta que las relaciones laborales cambian a causa de la tecnología y que muchos puestos de trabajo serán obsoletos salvo que quienes los ocupan puedan articular una propuesta individual de valor. La lealtad a la empresa (y de la empresa) se ha difuminado frente a la despersonalización. Este es el razonamiento que subyace en sus recomendaciones, positivas, sí, pero encaradas hacia la supervivencia profesional: “Por lo tanto, aquellos de nosotros (…) que queramos sobrevivir a la riada tendremos que recoger el guante de la reinvención personal… (…)”. (50 claves para hacer de usted una marca, Eds Deusto, 2011, p.19).

Personalmente, no concibo la marca personal como un ejercicio de pensamiento positivo ni de fe, sino de apoderamiento. Prefiero entender cómo funciona mi sector y cómo puedo posicionarme en él a quedarme quieta esperando. No me basta con creer: frente al determinismo, formación y acción.

Al final, la conclusión a la que llega Ehrenreich es equilibrada: “La alternativa al pensamiento positivo no es la desesperación. De hecho, los pensamientos negativos pueden ser tan ilusorios como los positivos (…) La alternativa a ambos es salir de nosotros mismos y ver las cosas “como son”, intentando que nuestros sentimientos y fantasías interfieran lo mínimo posible, con el fin de comprender que el mundo está lleno de peligros y también de oportunidades, que contamos con la posibilidad de ser plenamente felices y también con la certeza de la muerte”(pos. 3200-3211).

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2 comentarios en “La marca personal y el pensamiento positivo”

  1. Hola, Neus: no he leído el libro de Ehrenreich, pero, intuyo que, sin descartar la indiscutible utilidad del realismo, en tiempos cómo los actuales es necesaria una cierta dosis de optimismo (o de pensamiento positivo), sin por ello caer en la fantasía, ni en criterios u objetivos irreales o utópicos.

    Mucho me temo que lo que ocurre con el pensamiento positivo del american way of life es que, en tiempos de crisis, las personas necesitan aferrarse a algun concepto de esta índole, y esto hace que un sinfín de charlatanes y papanatas hagan su agosto con otro tantos libros de autoayuda, tan inútiles como abundantes, y a costa de la desesperanza de la gente, lo cual es, ciertamente, sino amoral, al menos, poco ético.

    Aunque, después de leer al Dr. Luis Rojas Marcos (me queda pendiente leer a Ehrenreich), creo que también existen libros de autoayuda escritos por profesionales que, aunque no exentos de una fina ironía y sentido del humor como fórmula de superación de todas las desgracias humanas que tienen que ver y tratar a diario, sí que exponen unos planteamiento bastante más serios y reflejan una verdadera voluntad de ayudar a los demás a superarse.

    Por cierto, quería preguntarte si tienes prevista alguna otra conferencia en Barcelona, similar a la que diste en el curso de edición de libros. Muchas gracias y un saludo.

  2. Gracias, Pablo, por tu comentario.
    Curso: ¿te refieres a la conferencia Libro 2.0? En principio publico todas las convocatorias en este blog y en mi página en FB.
    También puedo avisarte particularmente si me autorizas a que te incluya en mi lista de distribución. Para eso basta con mandar un correo a neusENneusarques.com. Un saludo cordial.

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