El gráfico adjunto muestra en qué proporción los activos tangibles e intangibles contribuyen a la valoración de una empresa. Llama la atención ver cómo los porcentajes se han invertido a lo largo del tiempo y hoy son los activos intangibles (en color rojo) los que más peso tienen.
Lo que aporta valor a la empresa no son los bienes físicos, sino los que no se pueden tocar: el capital intelectual, la marca, la cartera de clientes.
Creo que este concepto se puede extrapolar a nuestra marca personal.
Parto de la base que el Personal Branding considera que los profesionales actuamos como empresarios de nosotros mismos. Entonces traslado este análisis a nuestro caso particular y digo:
Nuestros intangibles son nuestro principal activo.
¿Y cuáles son esos intangibles?
Si el mercado valora nuestra marca personal del modo que valora una empresa, distingo estos cuatro:
Tu capital intelectual: aquí entran desde los derechos de autor a cualquier forma de conocimiento que posees y puedes mostrar mediante un título.
Tu capital diferencial: El valor adicional que tu percibes por encima de la competencia porque el mercado diferencia y premia tu marca. Si quieres trabajar tu diferenciación, te propongo este curso.
Tu capital comercial: Aquí puedes incluir desde la cartera de clientes a tu lista de emailing.
Tu capital social: tus contactos, resultado de tu Networking.
Capital intelectual, diferencial, comercial y social son los cuatro componentes que harán que tu marca personal cotice a la alza.
Gracias por compartir tu experiencia en los comentarios.
Fuente del gráfico: Ocean Tomo’s Intangible Asset Market Value Study, September 2017. Agradezco a Xavier Bellavista de Mercer que me lo haya señalado.
Suscríbete y haz que tu talento sea más visible.