De lo bueno que es leer nos han hablado hasta la saciedad. Hoy me gustaría convencerte de que no solo es bueno: leer es lo mejor que puedes hacer hoy por tu marca personal.
La idea parte de esta reflexión del escritor y profesor de Informática Cal Newport sobre los beneficios de la lectura. Enfermo en cama, Newport -lector voraz- se sentía incapaz de leer un libro. En cambio, podía navegar sin problema por las redes sociales. Por lo tanto, concluyó, leer un libro y leer on-line son actividades distintas.
Para probarlo, Newton referencia este artículo, en el que la profesora Maryanne Wolf, especialista en Neuropsicología y Trastornos del aprendizaje sostiene que leer en papel es una actividad crítica para el ser humano porque:
Los humanos no nacemos diseñados para leer. La lectura es un hábito adquirido que moldea nuestro cerebro. Por lo tanto, qué leemos y cómo moldea nuestra capacidad neuronal.
Leer en pantalla y en papel son procesos distintos. La lectura en papel prioriza procesos más lentos, que demandan tiempo y atención: la capacidad de contextualizar lo leído, de establecer analogías, inferir, validar, ponerse en lugar del otro y de integrar lo leído en un análisis crítico. Lo resume en esta frase: “La lectura profunda es el modo como nuestra especie accede a nuevos conocimientos y perspectivas”.
La lectura en pantalla en cambio favorece la rapidez y el multitasking: escaneamos el texto en busca de información. La distinción papel/ pantalla no es nueva: lo que es novedoso es que están apareciendo los primeros estudios de largo alcance sobre el impacto de papel y pantalla en la capacidad de aprendizaje.
La prof. Wolf aboga por que cultivemos un cerebro bilateral, que navegue en pantalla, pero también pueda sumergirse en el papel.
En un mercado profesional basado en el trabajo intelectual, leer de forma profunda y sistemática, agendando incluso el tiempo de lectura, es fundamental. En palabras de Newport: “Evitar la lectura hoy es como si estuviéramos en la Esparta antigua y evitásemos la educación física: seríamos poco competentes precisamente en aquella actividad que nuestra civilización prioriza. En Esparta era la forma física; para nosotros hoy es la cognición”.
Para animarnos a leer, Newport lanza diversas propuestas. Comparto dos:
Busca un lugar que te guste, porque el espacio contribuye a que la experiencia sea gratificante. Su ideal es leer en un pub; personalmente, leo en cualquier parte, aunque me confieso fan de los claustros y los trenes.
Toma notas de lo leído, precisamente para remarcar esas conexiones neuronales.
¿Cómo es tu relación con la lectura? ¿Lees a menudo? ¿En papel, en pantalla, ambos? ¿Qué lees y dónde? Gracias por compatir tu experiencia en los comentarios.
La ilustración es obra de Malika Favre.
Suscríbete y haz que tu talento sea más visible.
Hola, Neus!
Sigo leyendo muchísimo pero, este último tiempo, no «libros» sino artículos que responden a necesidades o problemáticas puntuales referidas a psicología, negocios, desarrollo personal, intuición… depende del momento.
Ah, leo en pantalla.
La literatura, siempre la leo en papel.
Un abrazo
Virginia
Lo importante es leer. Gracias por compartir tu experiencia, Virginia!
Neus, no estoy segura de a qué se refiere el artículo cuando habla de «leer en pantalla» vs. «leer en papel». ¿Quiere decir que la lectura de la misma novela en libro electrónico (un Kindle, por ejemplo) genera un proceso neuronal distinto a si la leyera en papel? ¿la lectura de la novela en un dispositivo electrónico no permite acceder a nuevos conocimientos y perspectivas, como dicen Wolf y Newton? ¿O por el contrario se refiere más al contenido y no tanto al soporte, ello es, lectura de novelas o ensayos (en papel o en libro electrónico) frente a la lectura de contenidos típicos online, como artículos de internet, posts en redes sociales,etc.? Esto último no me sorprende, pero lo primero sí, y me parece muy interesante. Personalmente soy fan del libro de papel, pero problemas de espacio -en casa, en la maleta…- hacen que desde hace años compagine ambos «artefactos» y no siento ninguna diferencia en la comprensión de la lectura, en la emoción que me genera o en la concentración que requiere.
Cal Newport en el episodio que comento en la nota se refiere precisamente a las similitudes entre el papel y el Kindle, al que considera la única excepción y aproxima a la lectura profunda. Lo puedes escuchar en el podcast enlazado arriba. Un abrazo, Laura.
La relación que se establece con un libro no es la misma que con una tablet y más si te gusta hacer comentarios en los márgenes, subrayar, etc. Pero cómo defender que mejor el papel a la tablet cuando te acusan de cargarte el planeta con la tala de árboles. Igual no es ni cierto, porque se recicla, pero no tengo tiempo de comprobar si tienen o no razón quienes alegan eso… Otros temas me interean más, ¡qué se le va a hacer! Todo esto para decirte que me alegra el día enterarme que mi manía de usar la pantalla lo menos posible es sana para mí… Mejor dicho, ¡para cualquiera! Soy de las que cree que Internet es muy peligroso, porque es verdad que te permite acceder a mucha info, al conocimiento, pero ¿cuánta gente lo usa para ese fin? Me temo que poca.
Las tabletas y terminales telefónicos también contaminan. A igualdad de contaminación, importa leer bien, y decidir qué y cómo leemos.
Gracias por compartir, Sylvia. La reflexión sobre Internet como portal de info me resulta muy interesante.