En un número reciente la revista « The New Yorker» dedica un artículo al periodista Tony Schwartz. Probablemente su nombre no te suena. Quien sí te suena es la persona para la cual Schwartz escribió un libro: Donald Trump.
Tony Schwartz era el “negro” de Trump y escribió junto a él y para él The Art of the Deal, un manual publicado en 1987 que presenta al hoy candidato republicano a la presidencia de los Estados Unidos como un ejecutivo carismático y un empresario nato.
A cambio de su colaboración en el proyecto, un libro de encargo de la editorial, Schwartz cobraría la mitad del anticipo (500.000 dólares de entonces) y la mitad de los royalties. Su nombre constaría como colaborador en la portada. Las condiciones eran tentadoras y las aceptó. Todos tenemos un precio y éste era, al parecer, el suyo.
Ahora Tony Schwartz se arrepiente públicamente de haber escrito un libro que presenta a Trump bajo una luz a sus ojos demasiado benévola. Le preocupa en especial la escasa capacidad de atención de su retratado. Lamenta que con su trabajo ha reforzado la comunicación de unos valores y una marca que, a su entender, son más un peligro que un mérito. En sus propias y crudas palabras: “Vestí a la mona de seda” (traducción de la frase “I put lipstick on a pig”).
Schwartz intenta ahora distanciarse y enmendar su error de marca haciéndolo público. Ha decidido donar los royalties de las ventas del libro a diversas ONGs dedicadas precisamente a las causas criticadas por el hoy candidato.
Recurro a esta historia como ejemplo de Co-branding mal resuelto en Marca personal. El Co-branding es aquel ejercicio que junta a dos marcas con el objetivo de que una refuerce a la otra: el tenista que luce un reloj deportivo está “prestando” sus valores a dicho reloj. En este enlace, del que procede la ilustración, encuentras ejemplos de campañas de Co-branding bien planteadas.
Las marcas personales también se “contagian” los valores por asociación. Lo saben los patrocinadores, que encargan minuciosos estudios de imagen antes de contratar a una celebrity para un anuncio determinado.
Si te asocias a otro profesional, busca, además de la confianza que os permita trabajar juntos, que vuestros valores sean cuanto mínimo compatibles. Eso es el mínimo. Idealmente, quieres ir más allá y que vuestras dos marcas se refuercen, una a la otra. Que tú le aportes y ella/él te aporte, desde unos planteamientos compartidos.
Solo tenemos una vida. Decide tú con quien quieres andar el camino. Y recuerda que tu asociación de hoy te acompañará también mañana.
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Interesante el concepto de enmendar el error…
Enmendar siempre es bueno si uno está a tiempo. Gracias por tu comentario and welcome back, Juanjo!
Hace poco cerraba un artículo sobre marcas con un maravilloso concepto de Paul Saffo, que nos anima a convertirnos en «Buenos antepasados» pues «toda acción en el presente, tendrá eco en el futuro y a veces ese eco puede ser muy grande y muy inesperado».El contexto era otro pero aplicable a lo que Tony Schwartz debe estar viviendo.
Gracias por tu acertado consejo, cuantas veces la ilusión de emprender algo nos impide ver la realidad de nuestros acompañantes y su posterior efecto.
Me gusta el concepto del «buen antepasado» como guía para concienciarnos del impacto de una decisión. Gracias por compartirla, Leticia.
Cuanta razón lo de hoy será mañana
por eso tenemos que seguir aprendiendo nunca dejar de ser nosotros mismos potenciarnos. Gracias. Feliz día a todos
Muy cierto dicen que la gente se «Junta» por afinidad y porque algo en común se comparte. Incluso este concepto lo extiendo a la decision de pertenecer a una empresa. Porque cargaremos sobre nuestros hombros con esa «marca» y reputación. El hecho de prestar nuestros servicios profesionales a un cliente no nos exime de esta responsabilidad, mas aun si le vamos a ayudar a construir, gestionar y hacer visible su marca avalando algo que no existe. Gran articulo Neus!
«Avalar algo que no existe» es una estrategia cortoplacista que debemos evitar a toda costa, por el bien del cliente y el nuestro propio. Gracias por señalarlo, Rocío.