En todos los seminarios que doy, en todos, surge siempre la pregunta angustiosa -“¿Tengo que estar en todas las redes sociales?”- o la objeción airada (“¡¿Por qué tengo que estar en todas las redes sociales?!”).
La duda agobia porque viene envuelta por presión del entorno. Los colegas te dicen que ya estás tardando, tu editor te pide más followers,tu hijo te llama “antiguo”…. Vamos, hasta los padres y madres de la clase te achuchan para que te metas en el whatsapp que han abierto. En definitiva, sientes que el “me gusta” te tiene que gustar, sí o sí.
Aquí va mi respuesta a la pregunta de marras:
NO.
No tienes que estar en todas las redes sociales.
Sólo te conviene estar en aquellas redes que te aportan valor. Te animo a cambiar el «tengo que» por el «para qué».
En mi opinión, interesa estar:
– En las redes donde exista una conversación que te concierne. Si de tu tema se habla en un grupo de LinkedIn, te interesará participar en ese grupo.
– En las redes donde estés más cómodo. No es lo mismo resumir una idea en un tuit de 140 caracteres que desarrollarla en un post de 300 palabras. Algunos usuarios prefieren la imagen y se van a Pinterest o Instagram. Otros prefieren el texto. Donde mejor estés, mejor lo harás.
– Una persona con pocos perfiles pero bien llevados (bien mantenidos, bien metaetiquetados) les saca mayor y mejor rendimiento que la que tiene perfiles urbi et orbe abandonados a su suerte. También en redes menos es más.
– Línea editorial: tanto para orientar a nuestros contactos como para la optimización en buscadores es interesante definir de qué hablaremos en cada red.
A propósito de línea editorial y redes, te anuncio que he activado mi perfil particular en Twitter (@NeusArques). Hasta ahora tuiteaba desde nuestra cuenta corporativa (@Manfatta), pero los temas que quiero compartir empezaban a salirse del marco corporativo. En mi cuenta personal hablaré de visibilidad y de Internet, cierto, pero también de los libros que leo y de los que escribo. Y de la vida. Encantada de leerte allí también.
Tú, ¿qué opinas? ¿También has sentido la presión del «tener que estar 2.0»? ¿Cómo lidiaste con eso?
Muchas gracias a todos los que opinásteis sobre el elefante en la habitación. Me leí los argumentos, los diseccioné. Al final en el Congreso Ebook hubo debate. Os dejo el resumen que Paula Corroto, moderadora de mi mesa redonda, en la que participé junto con JuanMa Cruz, Presidente de la Confederación de Gremios de Libreros (CEGAL) y Miguel Aguilar (editor de Debate), ha publicado.
PD: Éstas son las próximas convocatorias: Salón de Literatura Transmedia (Zaragoza, 9 de noviembre) y Branded Content: Cómo construir un relato promocional. Curso organizado por el Col. Periodistes (Barcelona, 11 de noviembre).
PPD: La ilustración es de Sarai Llamas.
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Hola de nuevo,
Lidiar con el perfil de una red social no es fácil. Tienes que actualizar el perfil a menudo, hay que estar pendiente de muchas cosas, conseguir followers y ser tu follower de otros.
Es interesante analizar antes de embarcarnos en la aventura de una red social que nos interesa de una red social: tráfico hacia nuestro blog, aumentar-promocionar las
ventas de un ebook o simplemente visibilidad, estar ahí.
La cuestión para mi es, ¿hay realmente un retorno de la inversión en tiempo que luego te permita monetizar a largo plazo? Yo no estoy muy seguro.
En mi caso me he decantado video, texto y presentaciones. Estoy de acuerdo con la acepción. Mejor poco y bien que mucho y mal. Yo me he decantado por esta opción.
El video para mi es cómodo y fácil de producir. Eso sí, un canal distinto por tema.
Las presentaciones en son resumenes de mis post en mi blog. El texto 140 caracteres..es texto, aunque es una herramienta en la que mejorar-optimizar su uso.
Juanjo,
tú lo has dicho: «retorno de la inversión». Invertimos tiempo y atención y datos personales. Deberíamos asegurarnos de que los resultados nos compensan. Gracias por comentar.
hola. es la primera vez que intervengo, pero estuve presente cuando una asistente a un curso que impartiste formuló esta pregunta y en cierto modo, la comparto.
creo que en nuestra relación con las redes sociales funcionamos un poco como en relación a las modas. las ignoramos, las vituperamos, las denostamos, hasta que finalmente nos vemos abocados a participar. a veces tapándonos la nariz y otras veces rendidos a las virtudes de la presencia en la Red.
sobre todo, para los que buscamos trabajo, nos (o me) sobreviene la sensación de que de repente, el CV no vale y que tiene que verse ‘lo que haces’. y hay que estar. lo poco que haces, lo mucho que escribas tiene que verse y tiene que difundirse. y se presiona uno pensando… ay, hoy no tengo visitas, ay, hoy no han visto mi perfil en linkedin, ay, no consigo mover mi libro en la Red…
si ya el mundo ‘físico’ puede resultar estresante, el mundo virtual de las redes puede multiplicar la angustia sobremanera, si lo que quieres es ‘que te vean’, para conseguir ‘una reputación que te ayude a…’. en fin. que no puede ser.
pensar que hay que estar en Linkedin, Facebook, Twitter, Blogger o WordPress como una tarea más, creo que no ayuda a disfrutar de las posibilidades de caudal de información que ofrecen estos espacios. utilizar las redes ‘por obligación’ puede resultar fatigoso y no creo que sirva.
en definitiva, mejor utilizar aquellas redes con las que uno se sienta a gusto y no considerar la presencia como una herramienta de promoción a toda costa.
qué obtuso me ha quedado esto.
otro día lo haré mejor.
saludos!
Antonio,
de obtuso, nada. Lo has explicado perfectamente. La imagen de «taparse la nariz» es potente y cierta. Mejor aprender que obligarse. Ya me dirás en qué curso fue. Un saludo cordial.
fue en el curso sobre Visibilitat i Lideratge, del Col.legi de Periodistes. una chica expresó esa preocupación por ‘no estar’ y sentirse ‘obligada a estar’.
Saludos.
¡Ya te situo! Gracias por pasarte por aquí. Recuerdos en casa 🙂
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