Ada Parellada, entre la realidad y la ficción

Ada ParelladaPersonalmente creo que en las novelas, al igual que en las películas, puede haber cameos. En las mías los hay. En Una mujer como tú, sin ir más lejos, los personajes van a cenar al restaurante Semproniana (que existe) y terminan departiendo con su propietaria (que también existe).

La señora en cuestión es Ada Parellada, cocinera y escritora (otra alma dual). Ayer pudiste leer sus recetas para llenar el tupper de la oficina en el suplemento dominical de «El país«. Ada es lo que coloquialmente denominamos «un personaje» y merecía su lugar como tal. La conozco desde que abrió su restaurante, me fascina la imaginación que tiene y su habilidad por convertirlo en un espacio de creatividad en el que los comensales también participan, en vez de limitarse a degustar. Con ella he asistido a un ciclo de cine y gastronomía (visionamos Chalot panadero y acto seguido hicimos un taller para aprender a hacer pan), a un happening de la Fura dels Baus y a una tertulia divertidísima con invitados de todo pelaje, en la que nos ponía notas y deberes y cuyas convocatorias eran de lo más esperado.

Por eso Semproniana aparece en Una mujer como tú.  Porque la frontera entre realidad y ficción no siempre es nítida. Yo, de momento, iré a cenar este jueves, para celebrar que faltan sólo ocho días para el lanzamiento. A vivir, entonces.

Suscríbete y haz que tu talento sea más visible.

4 comentarios en “Ada Parellada, entre la realidad y la ficción”

  1. Me alegra ver que también defiendes y practicas lo del cameo. Pensaba que era un vicio adquirido a causa de mi patente debiidad filmófila, pero ya veo que no estoy solo.
    En «Bolero envenenado» hay cameos del torero Platanito, del alpinista Pérez de Tudela y de algún otro personaje de la fauna tabernaria madrileña.
    Por otra parte, en mi novela infantil «El fantasma de Buravia», metí un cameo del mismísimo rey de España (con un par).
    Y en la que está por venir también hay algunos, pero aún no debo adelantar nada…

  2. No he tingut l’ocasió d’anar a Semproniana ni de coneixer aquest personatge real i m’imagino interessant, que s’integra en la teva ficció. De totes maneres, i per casualitats de la vida, casi cada dia i des de fa més de dos anys puc gaudir de part de la seva creativitat (cremes i salses sublims) en un racó entranyable del Born anomenat Petra. Em queda pendent, per una ocasió especial, de fer soparet al Semproniana. Bon Profit!

  3. Estoy de acuerdo. Los cameos siempre son interesantes porque tienden puentes y crean sinergias. Tampoco me son ajenos, aunque acabo de darme cuenta de que yo los utilizo inconscientemente, desde la intuición. Esto de hacer las cosas sin saber que las haces es tremendo… Pues nada, que habrá que pasarse por el Semproniana tarde o temprano!

Responder a elveidedalt Cancelar respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *