La resistencia y el permiso

A veces no hacemos porque no nos permitimos.

Este post está dedicado a un lector, a quien llamaremos Marcos.

Marcos me escribió angustiado. Se había plantado en cuarto de carrera. Entre el nacimiento de su hija y los encargos, decidió aparcar los estudios. “Sólo me arrepiento de no haber terminado la licenciatura una vez por semana, aproximadamente”.

Marcos tiene un trabajo que le gusta, habla idiomas y cuenta con una red profesional envidiable. Pero le falta el título. Siente que no haber terminado la carrera le impide avanzar en el área profesional que ha elegido, pero no porque lo digan otros, sino porque lo dice él. No consigue explicar con fluidez su trayectoria.

Si entre tú y tu visibilidad existe, como en el caso de Marcos, una resistencia, te invito a leer la historia de Michael Messer.

El señor Messer era un agente de bolsa muy rico… y un músico frustrado. Su pasión era la música, pero se sentía lastrado por su falta de formación musical formal.  Tocaba el piano de oídas: no sabía leer una partitura.W & Diana

La frustración le llevó al psicólogo. Messer se armó de valor y le confesó que quería componer.

-Pues componga –le respondió el médico. -¿Qué problema hay?

Messer se lanzó a recitar un montón de objeciones que imposibilitaban que él compusiera. El psicólogo escuchó las divagaciones de su paciente. Al terminar la sesión, le tendió un trozo de papel y le dijo:

-Esta nota es un permiso para que escriba música.

Armado con esa nota y ese permiso, Messer por fin se lanzó. A él le debemos éxitos como “The greatest love of all”, “Saving all my for you” y “Didn’t we almost have it all” de Whitney Houston y también “Touch me in the morning”, que cantó Diana Ross. Estarás de acuerdo conmigo que para un compositor sin formación musical formal, el palmarés no está mal. Vamos: que no está mal para un compositor y punto.

La moraleja de esta historia -y la de Marcos- es que a veces basta con que uno se de permiso para seguir el propio propósito. Y andando.

Hablando de permisos, una de las objeciones que más esgrimimos las mujeres es la de no tener tiempo. Por eso escribí este Curso de escritura para mujeres muy ocupadas: si quieres escribir, puedes. De verdad.

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18 comentarios en “La resistencia y el permiso”

  1. Toda gran aventura empieza con un primer paso. El problema es que no siempre eres consciente de dónde te metes, sales por la puerta tan contento para ir a coger el metro y maravillarte de los diversos perfumes que pueblan las cabezas y axilas de tus conciudadanos, y sin quererte dar cuenta estás camino de mordor con un anillo de no sabes quién exactamente, perseguido por hordas de orcos y nueve jinetes negros que más parecen la guardia civil que los espíritus de antiguos reyes humanos.

    En resumen, que se me va la vena porque esto lo estoy escribiendo en medio de un post, que Neus tiene razón, que a veces no hay más freno que nuestras propios miedos a lo que dirán: que si estás loco, que si hacer esto a tu edad, son excusas que nos damos para sublimar nuestras propios fantasmas en terceros y derivar la culpa a una sociedad que no nos deja crecer, sin darnos cuenta que a diferencia de ícaro, no ha sido el sol el que ha fundido nuestras alas, sino nuestra propia inseguridad.

    Y dicho esto, os pido perdón por el ladrillo que os acabo de soltar, abrir la puerta y dar el primer paso pero con una condición, contarlo porque no hay nada mejor que escuchar una buena historia al calor de un buen fuego disfrutando de una hogaza de pan y queso curado.

    1. Mira que te digo, Jose: tu comentario es tan bueno que lo voy a citar textualmente en una cosa que estoy escribiendo. Date por informado y en caso de discrepancia, mándame un correo 😉

  2. Ya sabes cual es mi tarifa standard, un cortado y una buena conversación, para todo lo demás, no solo se lo buena escritora que eres, sino que lo he visto con estos ojitos que han de llevar gafas, así que siente libre de hacer lo que creas más oportuno porque seguro que aciertas.

  3. Por un instante te pido que seas mi psicóloga y me hagas una nota concediéndome permiso para que escriba un comentario. Sin mencionar todas las objeciones que tengo para realizarlo simplemente siento que tu post sobre la resistencia y el permiso está hecho para mí. Gracias Neus. Y de acuerdo a José Salgado, le agrego una copa de vino malbec para escuchar una buena historia.

  4. aparte de las muchas cosas que pueden existir en una decision de tal calado
    de modo general que dirias a marcos, que termine los estudios o que ese tiempo lo dedique a lo que quiere hacer y no lo hace por autolimitarse?

    1. Rodolfo: a Marcos le diría y le dije que no se limitara. Que pusiera el énfasis en sus muchos puntos fuertes y no en sus carencias. Gracias por comentar!

  5. Anna Codina Verdaguer

    Muy interesantes vuestros comentarios.
    De acuerdo con que las limitaciones nos las ponemos nosotros mismos y que darse permiso para tiene que ser un acto cotidiano.

    1. Justo cuando me estaba preguntando por qué razón esta semana las mujeres no estaban comentando, escribes tú. Gracias, Anna!

  6. Que coincidencia,

    Me he sentido durante muchos años como Marcos por dejar mi carrera y porque la que cursé después no era de titulación oficial.
    Me observaba como Marcos, desde mi carencia.
    Ahora me quiero y no mis carencias son parte de mi como lo son mis sueños, mi fuerza, mis compromisos. Me doy permiso.

    Gracias Neus,

  7. A veces hay momentos en los cuales uno siente que todo fluye y las ideas pueden ir cayendo en el lugar adecuado. Pienso que eso de la resistencia es una cosa tenaz. Tal vez es un miedo a que uno lo pueda hacer bien y entonces uno no logra imaginarse que puede pasar. He logrado escribir, pero a veces es como querer sacarle al tiempo un tiempo que lo devora a uno en una cotidianidad asfixiante. Gracias por el post. Pienso que me dice muchas cosas a mi mismo. Y tal vez, uno entienda que no esta tan solo en ese ideal.

    1. La cotidianidad asfixiante es una forma muy sutil de resistencia. Lo importante es no dejarse asfixiar. Gracias, Diego

  8. Bona nit o bon dia, tant se val quan us arribi el comentari.
    Personalment crec que sempre es disposa de temps per escriure.
    Tinc 3 fills. Qun tenia més temps per inventar, explicar i escriure contes, va ser quan eren petits. Per què? Doncs peruqe la motivació era: la seva cara d’atenció,la il·lusió, la sorpresa de a imaginació de la mama. En definitiva per qui eren els protas.
    I aquí és on hi ha la nostra resistència: no ens fa massa gràcia ser el prota.
    Una abraçada

  9. Yo, con 60 años estoy comenzando un doctorado en comunicación y aunque me di el permiso yo misma a esta edad y en casa hijos y esposo apoyan con euforia, a cada rato me cae la duda si realmente estoy en lo correcto. Es duda o cargo de conciencia de que dejaré de hacer otras cosas como escribir los libros que quiero por dedicarme a ese estudio de la comunicación que también deseo . La historia que cuentas Neus me alivia un poco y usaré de brújula en medio de mis debates internos.Gracias.

    1. ¡Adelante, Onelia! Es una dedicación importante la del doctorado, pero unos minutos para escribir se encuentran siempre. ¡Muchos ánimos!

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