¿Es posible ser discreto y ser visible?
A menudo lectores/as y clientes me confiesan en voz baja que, aunque saben que necesitan ser visibles, no les va el armar jaleo.
Les entiendo muy bien. Confundimos visibilidad y ruido. Hoy el juicio de valor es más cuantitativo que cualitativo: equiparamos el alcance de las personas con su influencia. Recurrimos a cifras absolutas: número de seguidores, de visualizaciones, de reproducciones…
Sin embargo, incluso en un entorno cuantificado (y precisamente porque lo es), creo que es posible disfrutar de una visibilidad sin aspavientos.
La manera para ser visible sin dejar de ser discreto pasa por ser relevante.
Éstas son para mí las dos preguntas clave:
- Cuando comunico: ¿Lo que he dicho ha sido relevante para las personas a las que me dirijo?
- ¿Lo que he aprendido en cada interacción -de mis interlocutores, de otros ponentes, de los asistentes al debate- ha sido relevante para mí?
El objetivo es comunicar con aquellos a quienes puede interesar tu propuesta de valor y no molestar al resto: no agregar ruido innecesario.
Lo que nos llena está dentro, no fuera. Si te gusta escribir, pongamos por caso, escribe, más allá del número de lectores que tengas. Esa alegría íntima no depende de tu alcance social: depende de tu alcance interior.
¿Crees que es posible ser visible y discreto a la vez? Gracias por compartir tu opinión.
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