enero 2010

Cómo mejorar la calidad de vida digital

Internet es un gran ladrón de tiempo. Los medios sociales fagocitan nuestra atención y, cuando queremos darnos cuenta, se nos han pasado las horas en nada. Cuando eso sucede, nos sentimos frustrados, desbordados o ambas cosas a la vez.

Por eso me han interesado las recomendaciones de Penny C. Sansevieri, experta en Marketing. Resumo aquí su «10 Ways to Rock on Social Media and Still Have a Life«:

  • Seleccionar  las fuentes de consulta
  • Suscribirse (vía RSS) sólo a las que consideremos de interés
  • Limitar el tiempo dedicado a cada tarea.
  • Automatizar tareas (mediante autorespuestas…)
  • Sindicar el propio contenido entre las distintas plataformas
  • Crear una rutina cotidiana
  • Centrarse en las tareas esenciales
  • Diseñar un plan de actuación
  • No seguir al líder (es decir, ignorar aquellas recomendaciones que no interesen, incluídas las suyas).

El artículo me interesa además como signo de los tiempos. Empiezo a percibir cierto hartazgo digital, una saturación mental ante la diversidad de opciones, la fragmentación, la multiplicación de identidades y la proliferación de gurus. No me extrañaría que pronto asistieramos a un repliegue. La atención se nos acaba; Internet, no.

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Cartas y caligrafías

Cartas y caligrafías   La emblemática revista Litoral acaba de publicar su último número, Cartas y caligrafías, dedicado al la correspondencia epistolar. Me cabe el honor inmenso de participar en él con un artículo sobre el paso del papel al email.

Me he emocionado al recibir mi ejemplar, no sólo por el gusto con que está editado sino por los nombres que en él se incluyen. Sólo digo esto: si los editores me hubieran informado antes de las firmas junto a las cuales iba a aparecer, no me hubiera atrevido a escribir nada. Cero. Muda de pura impresión.

Cartas y caligrafías se remonta a las letras de los clásicos y continua con un muestrario selecto de la correspondencia que se cruzaron, entre otros, Picasso con Apollinaire o Ernest Hemingway con Marlene Dietrich (y ella le escribe:  «Leo y releo tus cartas incesantemente y hablo de ti con ciertos hombres».) Las ilustraciones son espectaculares e incluyen un par de obras de nuestro ya familiar Edward Hopper . El número acoge además una sección de «Poemas a la carta».

Se me encargó que diera mi visión del futuro de estos artefactos. Opté por  explicar la trayectoria que separa la primera carta que recibí y la última. La pieza se titula «La extinción del bicho comet» y empieza así:

«Recibí mi primera carta a finales de julio de 1972. En letra bien redonda y a tinta verde, mi amiga Laura me explicaba que para su noveno cumpleaños en casa le habían regalado un bicho comet».

ARQUÉS, N. «La extinción del bicho comet». Litoral, n. 248, p. 352ss.

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De sujetadores y privacidad

El año empieza en Facebook (FB) con un curioso viral (por no llamarle hoax) que anima a las usuarias a escribir en su muro el color de su sujetador. Objetivo ( y cito): «Veamos hasta donde llega… hasta donde podemos transmitir y expandir el juego, y concienciar a la gente sobre el cáncer de mama, mientras dejamos q los chicos se pregunten por q tenemos un color en nuestro “status”».

Me ha sorprendido el número de amigas en FB que se han lanzado sin pudor a anotar un dato privado (el color de la lencería) en un espacio público, en aras de una causa no especificada. ¿De verdad pensamos que anotando «beige» vamos a concienciar a alguien sobre el cáncer de mama?

Este strip-tease general no me parece buena idea. Creo que cuando Mark Zuckerberg, fundador de FB, sale a la palestra hablando de que la privacidad ya no es una norma social tenemos un problema. Está claro que a FB le interesa extender esa creencia, porque las redes sociales viven de minar nuestra información personal. Y a los usuarios igual no nos hace tanta gracia.

Amigos, amigas en FB y lectores casuales: cuidar vuestros datos personales.  La privacidad (entendida como «ámbito de la vida privada que se tiene derecho a proteger de cualquier intromisión» – RAE) es un recurso en vías de extinción. Hay que matizar la idea de la gratuidad en Internet. En la Red, las cosas no son gratis. Google no es gratis, FB tampoco: pagamos con nuestra información. Y como todavía no sabemos gestionar bien esta nueva moneda, pagamos de más, igual que cuando viajamos a un país exótico que emplea una moneda distinta a la nuestra y nos perdemos al hacer la conversión.

Repito aquí mi mantra: No digas en FB lo que no dirías en un bar.

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Conectar, crecer, creer

Empiezo el año con tres propósitos sólo. He decidido limitar el número para poder dedicarles más atención. No son los típicos objetivos medibles (también necesarios), sino una especie de balizas que me orienten en los meses que vienen. Los comparto aquí a modo de «post-it» digital.

CONECTAR. Es cierto que la tecnología nos hace estar permanentemente de guardia, localizables 24/7 ,y que esta circunstancia merma nuestra atención. Por eso es importante decidir que nivel de disponibilidad ofrecemos. En el lado opuesto, sin embargo, esta la desconexión. Algunos amigos me hablan de su vuelta al trabajo como de un martirio. Necesitaban «desconectar» y ahora deben «reconectar». Yo opto por «conectarme». Para mí todas las horas del día deben ser valiosas, incluidas las que paso trabajando. Son muchas horas y no quiero desperdiciarlas. No me refiero a vivir pendiente de la PDA (no lo hago ni tengo intención) sino a entender mi yo profesional como parte de mi yo.

CRECER. No en el sentido físico, claro, sino como persona. En el 2010 quiero continuar trabajando en proyectos de Marketing y editoriales que me lleven más allá. Avanzar en el camino y/o encontrar caminos nuevos.  Los momentos de cambio son momentos de oportunidad y ahora mismo lo único seguro es el cambio.

CREER. A veces pienso que nací con un dispositivo «anticontradicciones» de serie. De forma inconsciente detecto la inconsistencia y el fallo y eso me lleva a menudo a cuestionarme los razonamientos del otro. Mi propósito para el 2010 es hacer más actos de fe, ser menos crítica y estar más predispuesta a creer, buscando la verdad que se esconde detrás de una contradicción.

El 2010 pinta bien. Manfatta, mi empresa, cumple diez años y  aprovechando la efémérides vamos a «refundarla». En el plano editorial, Marketing para escritores continua dando que hablar, Una mujer como tú se mantiene (desde junio ya) entre las diez  novelas románticas más vendidas en Kindle y (ésta es la primicia), en abril tendremos nuevo libro.

Empezamos entonces.

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