Una de las estrategias de visibilidad más comunes es aceptar un trabajo gratis. Por ejemplo, impartir un taller. Por ejemplo, escribir un artículo. Los organizadores, promotores, editores te contactan y te ofrecen visibilidad a cambio de que les ofrezcas tus contenidos sin cobrárselos.
La semana pasada, el autor Seth Godin publicó un post al respecto, refiriéndose a la posición de otro autor, Steven Pressfield, quien en su entrada “Opportunities are bullshit” a su vez había rescatado un video en el que un tercer escritor, Harlan Ellison, argumentaba en contra de la gratuidad. Ellison pone como ejemplo una propuesta que le hace Warner Brothers de incluir material suyo en un DVD, material por el que no van a pagarle pero que es “bueno para su promoción”. En la Red nada caduca nunca y hoy este video, de 2007, vive una segunda juventud gracias al debate.
La gratuidad es una estrategia poliédrica. Por un lado, que un participante o un lector no te de dinero a cambio de tu contenido no quiere decir que no pague. La moneda, en este caso, es otra: su atención. El usuario te presta atención. Por lo tanto, una de las consideraciones que debemos hacernos es: aunque no me paguen con dinero, ¿me recompensa de algún otro modo (con atención, con un tuit …)? Yo no he pagado dinero por el post de Godin, pero al comentarlo y al traducir sus preguntas, espero ampliar el alcance del debate que él ha puesto sobre la mesa. La gratuidad también se vincula al nivel de experiencia: un profesional que está empezando acepta propuestas sin cobrar con el fin de hacerse un nombre.
Es importante en este tipo de acciones detectar los abusos. Considero un abuso que quien te ofrece que impartas un taller gratuito sea una organización que puede perfectamente pagar tu tarifa pero prefiere ahorrarse el coste. La persona que te contacta cobra por organizar el seminario, el hotel les cobra el alquiler de la sala, pero tú no cobras por dotar el evento de contenido. ¿Por qué?
En su post, Godin formulaba algunas preguntas que podemos hacernos para saber cuándo nos interesa trabajar gratis. Las traduzco aquí:
- ¿A otros les pagan por el trabajo? ¿Su competencia paga?
- ¿Aprendo lo suficiente en este intercambio para considerarlo parte de mi formación?
- ¿Se trata de un contenido en abierto, que llevará mi nombre, o sólo quieren ahorrar dinero en un trabajo por el que deberían pagar?
- Si me pagaran por él, ¿la organización prestaría más atención, promocionaría mejor mi contenido y lo trataría de forma más profesional?
- <¿Comparto su misión? ¿Pueden permitirse desarrollarla de forma profesional?
- ¿Me verán las personas adecuadas, las que me ayudarán a hacer visible mi mensaje, de modo que en adelante me contraten como profesional?
- ¿Qué riesgo corro, que riesgo corre mi reputación si acepto este encargo?
Las preguntas me parecen importantes para ayudarnos a decidir si y cuando nos interesa ofrecer contenidos gratuitos a cambio de visibilidad. Cada vez más generamos contenidos para “alimentar nuestra redes”. La frase lo dice todo.
PD: La foto viene de este tablón en Pinterest.
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Gran post. La verdad es que es difícil distinguir la cara dura de lo que realmente es bueno para ambas partes. Gracias por compartir las preguntas de Godin. Me son de enorme utilidad y no solo para medir bien si acepto colaborar de forma gratuita, también para ser justa cuando se lo propongo a alguien.
Estoy contigo, Sylvia: a veces no es sencillo distinguir. Pero es imperativo pensar qué nos conviene en cada caso. En el río revuelto actual, veo muchos pescadores… Y gracias por darle la vuelta al tema y verlo desde la optica de quien ofrece.
Estoy a ambos lados!
Gracias por el post, me sera de mucha utilidad, para valorar a la hora de aceptar o no un trabajo gratuito.
Me alegro de que sea útil. Conviene que empecemos a valorar cada oportunidad para que de verad lo sea. UN abrazo!
He trabajado gratuitamenente como un acto de militancia social
durante muchos años, però ahora prefiero hacerlo en modo de intercanvio, es más justo para ambas partes. solo lo hago gratuitamente cuando es para mi una expresión de libertad y rebeldia.
Mont, el intercambio es otro buen criterio. Lo importante es, creo yo, reflexionar antes de decir sí. Gracias por comentar.
Gracias Neus, estoy de acuerdo en lo importante de reflexionar. Ahondando si reflexiono en COMO lo he practicado nunca es gratuito, la remuneración algunas veces la ponen los otros y otras la pongo yo.