Excelencia y visibilidad: el síndrome de Claudia Schiffer

Claudia_Schiffer
«Si eres bueno/a haciendo lo que haces, tarde o temprano te van a descubrir».

Éste es el argumento subyacente a lo que en su día bauticé como “el síndrome de Claudia Schiffer”. Básicamente, el síndrome nos lleva a pensar que la excelencia por sí sola lleva aparejada la visibilidad. Que basta ser bueno para ser visible, sin tener que hacer absolutamente nada más.

¿Qué relación tiene la visibilidad con la excelencia? ¿Por qué Claudia Schiffer es un mito (nunca mejor dicho)?

La narrativa (que no historia) de la top model nos cuenta que una noche, bailando en una discoteca en Düsserdolf , fue descubierta por un cazatalentos. La chica era tan atractiva que le bastó con bailar para convertirse en supermodelo. Esta serendipia forma parte ya de la biografía casi oficial de Schiffer.

A menudo queremos que “nos descubran”. Damos por hecho que un trabajo excelente será suficiente para alcanzar el objetivo. Mi convicción es que la excelencia es cada vez más necesaria, pero cada vez menos suficiente. En un entorno hipersaturado de mensajes y propuestas, resulta imprescindible comunicar la propia para que tenga su oportunidad.  Para que llame la atención. ¿Qué hizo la modelo alemana para llamar la atención?  Para empezar, salió de su casa: no se quedó sentada esperando a que la fueran a buscar.

La excelencia es una forma poderosa de diferenciarse de los competidores. Un texto excelente, un servicio impecable son imbatibles. Pero para que funcionen, primero tienen que verse.  Dando visibilidad a la excelencia tienes una oportunidad real de llegar al público al que quieres dirigirte. Si te limitas a esperar que te descubran, estas sustituyendo la oportunidad por la ensoñación. Aquí te dejo diversos recursos que para que refuerces tu visibilidad.

El “síndrome de Claudia Schiffer” abunda entre los escritores.  Sin embargo, empecinarnos en que “nos descubran” es poco realista.  Debemos lograr primero que aquello que hemos escrito sea  visible para nuestro lector. La encrucijada entre la escritura y la tecnología es un espacio de oportunidad para el autor- y también de cambio. Igual te interesa pasar a la acción y analizar qué puedes hacer para que te publiquen y te lean.

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5 comentarios en “Excelencia y visibilidad: el síndrome de Claudia Schiffer”

  1. Si me permites la broma, el «sindrome Claudia Schiffer» me recuerda a un antiguo refrán: el buen paño en el arca se vende.
    Ya de pequeña me parecía un refrán absurdo y pensaba «¿pero cómo se va a vender si lo ve nadie?» (ya debía llevar el marketing en las venas :)).

    Si en tiempos de nuestras abuelas el paño ya no se vendía en el arca, ¿cómo va a poder vender su obra un escritor si nadie la ve? ¿si no hace nada por destacar entre el gran número de títulos que se publican cada año? Es más seguro comprar un número de la lotería que pretender que alguien te descubra como por arte de magia, como le ocurrió a Claudia Schiffer.

    1. Rosa, coincido. Es más seguro comprar lotería. También es más sencillo y menos comprometido. La palabra clave es «comprometido». Gracias por comentar!

  2. Completamente de acuerdo, Neus. La promoción es cada vez más necesaria y hacerlo de forma acertada y dirigida a nuestros objetivos es una tarea esencial que no podemos dejar de lado. ¡Muchas gracias y enhorabuena por la entrada! Saludos.

  3. Hola: Claudia Schiffer nació el 25 de agosto de 1970
    En el otoño de 1987 tenía 17 años y fue descubierta en un discoteca.
    Hay puntos en los que discrepo: Claudia Schiffer no solo fue descubierta bailando en una discoteca sino que hay fuentes que afirman que justo ese día no pensaba salir.
    No puedo asegurar si eso es cierto o no.
    Ahora bien, sintiéndolo mucho, tenemos que poner algunas ideas en claro.
    1ª No le puedes pedir a una persona tan joven que no salga de casa, ni siquiera a una adolescente tímida como Claudia Schiffer.
    2ª ¿Y qué habría pasado si Claudia Schiffer ese día no sale?: yo lo considero evidente: en su biografía el nombre de Michel Levaton sería sustituido por otra persona, la agencia Metropolitan sería sustituida por otra agencia y el las pruebas de noviembre de 1987 serían sustituidas por castings en mayo o junio de 1988 pero, a grandes rasgos, habría acabado siendo maniquí.
    Es más: esto lo cuento con el máximo de los respetos. Linda Evangelista quiso ser modelo desde los 12 años y Claudia Schiffer ni siquiera se lo había planteado pues ya sabéis que quería ser abogada como su padre. También sabéis que no lo enfocó como «quiero ser famosa» sino «quiero ser buena en lo que hago».
    3ª) Cuentas toda la verdad: Claudia Schiffer tuvo que ser vista pero omites «matices». En esa discoteca había un montón de chicas y Michel Levaton había visto otras tantas en otros lugares de ocio pero Claudia Schiffer tenía «peculiaridades»: medía 181 sin tacones- si ha menguado dos centímetros sospecho que sigue siendo altísima- tenía cara de muñeca- la tiene- y supo tener cabeza.
    Los adolescentes no deben dejarse engañar por mensajes confusos.
    Un saludo.

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