Utilizo a menudo la expresión «mis 80.000 mejores amigas». Se la leí a Terenci Moix (en Garras de astracán, creo; tampoco estoy segura de que la cifra exacta fuera esa). Me gusta porque refleja con ironía una contradicción que quizás no sea tal. «Oficialmente» las mujeres tenemos muchas y buenas amigas: abundancia y calidad. Sin embargo, en un entorno competitivo, no es extraño que esa amistad falle.
No digo que suceda siempre ni a todo el mundo, pero sucede. ¿Por qué sucede? No lo sé. Quizás porque a las mujeres la amistad se nos supone, aunque se hayan escrito ensayos enteros en sentido contrario (como Tripping The Prom Queen, de lectura recomendable). ¿Es la amistad femenina un mito? ¿De verdad somos amigas las amigas? Aprovechando la inaguración del grupo de Una mujer como tú en Facebook, he lanzado la cuestión. Mi objetivo no es en absoluto demoler. Me interesa más bien aclarar. Quizás con menos de 80.000 pero más amigas llegaríamos más lejos. Núria ya ha respondido. ¿Alguien más se anima?
PD: Faltan seis días.
La fotografía es de Four Doxn en Flickr.
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Y la presentación… ¿cuándo será la presentación?
Mientras me pienso si me animo o no a volver a Facebook, expongo aquí mi versión de los hechos, según la cual la amistad entre mujeres no es tan difícil como parece. Simplemente creo que, como muchos otros aspectos que afectan a la mujer, la amistad femenina se intenta demonizar. ¿Por qué? Para evitarla. Si de una en una somos la eficacia personificada, imaginaos cuando nos aliamos… Y entonces, ¿por qué no nos aliamos más? Fácil: porque no estamos acostumbradas a creer en nuestras posibilidades.
Y que conste que todo esto lo digo de buen rollo, ¿eh? Que me hacéis hablar y después ya sé lo que ocurre… 🙂
Xavier: Sant Jordi, Sant Jordi! Te espero.
Carme: tu teoría es interesante. El problema que le veo a la demonización (y no es que la excluya como explicación) es que la causa es entonces externa a nosotras, ergo más difícil de resolver. Continuaré pensando.
Sí y no. Demonización externa e interna. Ambas y a la vez. Doble demonización. Nos lo han/hemos inculcado tanto que nos lo hemos creído. ¿Quién puede llegar a ser más machista que un hombre? Una mujer. «Duc el dimoni dins jo».
Y ya me voy callando…
Neus, pero qué sorpresa encontar mi nombre en tu brillante post!! Ratifico todo lo que susbcribo en el Grupo de facebook «Una mujer como tú» y puntualizo sobre el debate abierto de la la demonización… estoooooo ACT! yo daría un paso adelante asumiendo como evidente ese machismo en la mujeres. Don’t talk more about it! and ACT! let’s work together. let’s help as. Start thinking on major words suchs as FRIENDSHIP and Human Values! meaning US!