Del príncipe azul a la autosuficiencia

La revista Yo Dona publicó el sábado en su número 267 la tertulia «¿Dónde está el hombre ideal?».  Participé en el debate junto con la periodista Esther Esteban, Gloria Juste, Presidenta de la Fundación Mujer, Familia y Trabajo y la actriz y empresaria Blanca Marsillach.

Aún siendo las tertulianas de perfiles bien diversos, coincidimos en la conclusión: la pareja ideal no existe. De hecho, cuestionamos la propia existencia del concepto, por trasnochado. Hoy las mujeres buscamos más un compañero de vida que un «salvavidas», una persona con quien evolucionar a la par.

Como contrapunto, ayer participé en el programa Plaza Nueva de Radio Vitoria. El título concreto: «Mujeres y madres autosuficientes«. Me precedió la representante de la Asociación de Mujeres y Madres Autosuficientes. Este colectivo agrupa a mujeres que no tienen pareja y que se apoyan mutuamente en la vida cotidiana. La asociación es muy activa. Ante la lacra social de la violencia de género, ofrece cursos de autodefensa a sus asociadas y organiza patrullas cívicas contra la inseguridad.

Las dos entrevistas me dieron una pauta de la distancia que hoy puede mediar entre la mujer y el hombre: la que va del príncipe azul a la autosuficiencia defensiva. Es hora de una reflexión compartida, porque está claro que las cosas no son como eran, pero no está nada claro como serán.

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2 comentarios en “Del príncipe azul a la autosuficiencia”

  1. Yo discrepo. La pareja ideal puede existir, però no tiene por qué ser la misma para todos.
    En lo que si coincido es en que debe ayudarnos a crecer, a evolucionar en confianza, en autoestima, en autosuficiencia.
    No hace falta no tener pareja para necesitar la autosuficiencia.

  2. Antes de focalizarlo todo sobre la pareja, sería útil analizar también cómo es nuestra relación con el resto de las personas. No suele ser tan diferente: quien busca la autosuficiencia en su vida personal y social, seguramente también lo haga en su vida afectiva. E incluso, yendo más allá… si miramos cómo es nuestra relación con nosotros mismos podremos entender mucho mejor cómo es nuestra relación con los demás, y con nuestra pareja. A veces la revolución más grande se libra por dentro.

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